SEMANA 4
Queridos chicos :
Empezaremos un nuevo proyecto de trabajo:
Los invito a ver el video que les hice como bienvenida al nuevo proyecto
DÍA 14
“CUENTOS
DE AYER Y
SIEMPRE”
(Cuando escriba en azul,
serán consignas orales)
En los cuadernos celestes, en
hoja nueva, van a armar la nueva
carátula:
·
Tendrán que dibujar y pintar los personajes de cuentos clásicos (como los que doy de
ejemplo más abajo).
·
Esta carátula nos invitará a
recorrer este proyecto… ¡que esté preciosa!
·
Busquen si tienen cuentos
clásicos para leer, si no tuvieran, pueden encontrar cuentos clásicos por
internet.
·
En este proyecto, para
trabajar oralidad, van a contar un cuento clásico… ¡vayan buscándolo y
preparándolo! quiero que se filmen para poder compartirlo. (Para esto falta…)
¡A dibujar y pintar la
carátula!
Escriban todo lo que trabajaremos en este proyecto.
DÍA 15
Te invito a leer el
cuento tradicional EL SOLDADITO DE PLOMO.
(Puedes imprimir este
cuento o leerlo desde la computadora)
El soldadito de plomo
Todo comienza en la pequeña casa de una ciudad donde
vivía un niño. El día de su cumpleaños, nuestro amiguito había recibido como
regalo de sus padres una caja misteriosa. Lleno de curiosidad, el niño abrió la
caja y descubrió en su interior quince soldaditos de plomo idénticos. Con un
porte elegante, fusil al hombro, pantalones blancos y gorra azul.
El niño aplaudió con gran alegría al ver sus nuevos
juguetes, y sin perder un segundo los sacó de la caja y los colocó en fila para
comenzar a jugar. Sin embargo, el último de los soldaditos no era igual que el
resto, pues le faltaba una pierna. Aun
así, el soldadito se mantenía firme igual que sus hermanos, y una vez que fue
colocado junto al resto de los juguetes en la alacena, pudo comprobar un
hermoso castillo de papel que se alzaba frente a él.
Aquel castillo era realmente deslumbrante, tenía
grandes ventanas y puertas doradas, y en su interior, lo más sorprendente era
una pequeña muñeca que se encontraba con los brazos en alto y una pierna
recogida hacia arriba como suelen hacer las bailarinas. Al verla, el soldadito
quedó completamente enamorado, y como pensó que a ella también le faltaba una
pierna, decidió tomarla por esposa cuanto antes.
“He encontrado la persona perfecta para mí, y encima
tiene un castillo donde podremos vivir juntos”, así pensaba el soldadito de
plomo mientras contemplaba la belleza de su amada. Al arribar la noche, el niño
terminó de jugar y se marchó a la cama, y en ese instante, los juguetes
cobraron vida y comenzaron a caminar y a conversar en la alacena. Sin embargo,
el soldadito de plomo permanecía inmóvil con la mirada fija en la muñeca
bailarina. A cambio, ella también le devolvía sonrisas y en poco tiempo
entablaron una hermosa amistad que hubiese durado por mucho tiempo si la
envidia y la maldad no hubiesen aparecido esa noche.
Resulta que, entre los juguetes, existía además un
feo payaso de plástico que no soportaba el amor que se tenían la muñeca y
soldadito. A la mañana siguiente, el niño regresó a la alacena para jugar como
de costumbre, pero a la hora del almuerzo, abandonó al soldadito de plomo en el
borde de la ventana, y entonces, el payaso malvado aprovechó para empujar al
pobre hacia la calle. Desde una gran altura, el soldadito cayó sin remedio
hasta caer en el justo medio de la calle, con riesgo de que algún automóvil pasara
a toda velocidad y lo aplastara.
Cuando el niño notó la ausencia del soldadito, bajó
hasta la calle para encontrarlo, pero la suerte no estuvo de su lado, y aunque
buscó y buscó por largo tiempo, jamás pudo encontrar a su juguete que
permanecía abandonado y triste en el pavimento. Al caer la tarde, el cielo tomó
un color gris, y unos cuantos segundos después, comenzó a llover tan fuerte que
las calles se llenaron de agua, y fue entonces cuando el soldadito fue
arrastrado por la corriente hasta alejarse de la casa y de su amada, la muñeca
bailarina.
El agua de lluvia caprichosa deslizó al soldadito
calle abajo, pero este apenas se movía mientras contemplaba el cielo gris sobre
su cabeza. Al rato, el agua entró por una alcantarilla oscura y horrorosa, y
con ella, también el soldadito. “Cómo quisiera regresar a casa y contemplar la
belleza de mi amada”, pensaba nuestro amigo mientras la corriente de agua
impulsaba su cuerpecito de plomo por tuberías estrechas y oscuras.
Durante algún tiempo anduvo el soldadito navegando
por las alcantarillas cuando de pronto, sintió un temible sonido. La tubería
por donde navegaba estaba llegando a su fin, y el agua se abalanzaba a toda
velocidad hacia un inmenso canal. Sin más remedio que dejarse llevar, el
soldadito fue abalanzado con fuerza hacia el exterior de la alcantarilla, y
justo antes de caer en el estanque, un enorme pez saltó desde las profundidades
y se lo tragó de un solo bocado.
Allí, en el estómago de aquel pez, el soldadito de
plomo permaneció durante varios días, y como todo era tan oscuro, no hacía otra
cosa que pensar en su querida muñeca y en sus ganas de regresar a casa.
Finalmente, una buena tarde, el pez comenzó a moverse bruscamente, luego quedó
inmóvil y cuando pudo notarlo, el soldadito fue capaz de ver nuevamente la luz.
Unos pescadores habían pescado al pez y lo habían vendido a una sirvienta. Al
llegar a casa, la señora lo abrió con un cuchillo y cuál fue su sorpresa
cuando, sin poder imaginarlo, encontró dentro al querido soldadito de plomo.
Rápidamente, la sirvienta salió de la cocina y se
dirigió al comedor donde aguardaban los dueños de la casa, y ¿Saben qué?
Aquellas personas no eran otras que los padres del niño, y el propio niño que
no pudo contener su emoción al ver que su juguete perdido había regresado
milagrosamente a casa. El soldadito también se emocionó, pues su deseo se había
hecho realidad. “Por fin, he regresado” – gritaba con emoción para sus adentros
– “Dentro de poco podré estar nuevamente junto a mi adorada muñeca”.
Y así mismo sucedió. El niño colocó al soldadito en
la alacena junto al castillo de papel, y desde una de las ventanas, unos ojos
bañados en lágrimas lo contemplaban. Era la muñeca bailarina llena de alegría
al ver como su amado regresaba junto a ella.
Fue en ese momento cuando una fuerte ráfaga de
viento casi inexplicable abrió con fuerza la misma ventana que se encontraba
esta vez cerrada, despidiendo al soldadito de plomo directo a la chimenea
encendida del cuarto.
El pobre soldadito, que se derretía lentamente bajo
las llamas, imaginaba sin cesar a la bailarina, y aquellos pensamientos
cariñosos y alegres le disminuían el dolor. De pronto, una nueva ráfaga de
viento empujó a la bailarina hacia el fuego, en un revoloteo que parecía una
magnífica función de ballet.
A la mañana siguiente, apagado el fuego, el pequeño
encontró un pedazo de corazón de plomo fundido, que parecía lanzar destellos de
purpurina y telas de tul y seda…
Para copiar en el cuaderno
celeste
Un cuento
tradicional: El soldadito de plomo
·
Lectura silenciosa del cuento
·
Lectura en voz alta.
(Cuantas más lecturas realices del
cuento, mejor lo comprenderás)
(Pueden descargar el archivo de
Comprensión lectora como si fuera una ficha de trabajo o copiar)
DÍA 16
DÍA 17
Copia en el cuaderno este título
¿Qué es un
cuento?
Te invito a que veas el video explicativo
de… ¿Qué es un cuento?
Luego de verlo puedes descargar estas fichas
o dibujarlas y copiar lo que dicen, como yo lo hice en el video.